``La ilusión es un sueño, una quimera, un juego con el destino, un espejismo que puede hacer la vida placentera cuando la adversidad llama a la puerta´´
La ilusión no nos permite ver la realidad tal cual es pero nos ayuda a transformarla en esperanzas reales, que son las que nos servirán en la vida.
La esperanza es más genuina, porque significa esperar algo que puede o no llegar a ser, pero que nos permite tener la motivación necesaria para mantenernos ligados a la vida.
Yo representaría la ilusión como ``un chispita´´ de esperanza con la que vivimos sujeta a un hilo y que se convierte en la razón que nos impulsa a vivir más fácilmente con alguna motivación y alegría. Porque cuando se rompe ese hilo, esa unión con lo irreal, solo nos queda vivir de las obligaciones que nos puede hacer caer en la monotonía, la mayoría de las veces se convierten en actos rutinarios, de cuyos te cansas si no tienes ilusiones.
Tener ilusiones es necesario, es un acto inconsciente que te domina para ayudarte a superar dificultades, que tiran de ti hacia el mejor camino. Te ayudan a proseguir con tus objetivos y muchas veces a superarlos.
Toda nuestra vida está llena de ilusiones que nos rodean y que insinuamos a más personas, como a los niños, ancianos, necesitados… Asegurándoles que tendrán un buen futuro, que su vida será mejor o que no les faltará nada, tan solo con esas palabras motivamos a los demás creándoles ilusiones para facilitarles su camino y que encuentren sentido a la vida.
